El mapa, que nos achica, simboliza todo lo demás. Geografía robada, economía saqueada, historia falsificada, usurpación cotidiana de la realidad: el llamado Tercer Mundo, habitado por gentes de tercera, abarca menos, come menos, recuerda menos, vive menos, dice menos.
Y no solo abarca menos en el mapa, también abarca menos en los diarios, en la tele en la radio. Menos, es un decir: no abarca casi nada. A veces, América Latina, por ejemplo, se pone de moda. Moda fugaz, como toda moda. Entonces los intelectuales del norte nos hechan pasajeras miradas de adoración. A fines de la década del cincuenta fue el turno de Cuba. A fines de la década del sesenta el de Nicaragua. Entre una y otra alucinación, espejísmos de revoluciones sin mácula, hubo la guerrilla del Che Guevara y otras gestas románticas. Estas fulminantes pasiones han desembocado fatalmente en el desencanto y la abominación pública. Como en el siglo XVI, la realidad defrauda las ilusorias promesas de Eldorado.
La realidad es como es, y no como quisieran que fuera quienes la confunden con el cielo para luego tener derecho a confundirla con el infierno, y al infierno condenarla por siempre jamás: al infierno del silencio, al infierno del desprecio. La fascinación y la maldición son la cara y la contracara de una misma actitud, que ignora la realidad y le falta el respeto.
Eduardo Galeano, El tigre azul y otros cuentos

La UTEM, el IGM, y el senador Carlos Cantero (RN), trabajaron en la elaboración de un mapamundi al revés, osea, que Chile esta en la cima del mapa. Este mapa se titula “Chile en el contexto de la globalización” y pretende generar en los escolares y la población en general la idea de que podemos ver a nuestro país desde una mirada distinta.
Sin embargo, ¿existe algún cambio de fondo en la manera en que vemos el mundo?
El mapa al revés es igual al anterior: Utiliza la proyección Mercator. El sur sigue ocupando un tercio del mapa. El genial trabajo del IGM no es más de lo que cualquiera haría cambiando los nombres de los países de posición. Cambio de forma, pero la misma proyección. Demos vuelta el mapa y miremos a Chile con otros ojos. ¿Porque mejor no integramos las clases de Educación Física con Geografía y aprendemos del mundo haciendo la posición invertida?.
Iniciativas como ésta se valoran, solo acompañadas de una visión de mundo distinta. No nos quedemos solo con dar vuelta el mapa, construyamos una realidad espacial donde el sur sea nuestro norte, donde Sudamérica ocupe un lugar más grande, no solo en el mapa sino en la conciencia de los pueblos unidos de este continente
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